sábado, 28 de septiembre de 2013

Cómo llamar a eso que no tiene nombre

Dicen que uno no sabe valorar lo que tiene hasta que lo pierde, pero yo lo sabía y aun así te perdí, o me perdí que es lo mismo.
Lo peor no fue perderte a ti sino a lo que yo creí que eras, de quien realmente me había enamorado, y ya sabéis que opino de amor o del dolor, que es lo mismo. 
Y todo es perfecto hasta que deja de serlo o hasta que en tu vida entra un cabrón camuflado de enamorado dispuesto a joderte por dentro; ese que te llamaba a las dos de la mañana para decirte que te quería, que no podía vivir sin verte, el que te despertaba con mensajes de buenos días, el de los besos perfectos.... Es el mismo que va dejando en tu corazón pedacitos de él para que no puedas olvidarlo. 
Que mi corazón esta en ruinas, con miedo a que vuelvan a atacarle ahora que esta indefenso, con miedo a que vuelvas a llamarme para despedirte con un jodido adiós que pronunciado con tu voz aun duele más.

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